Jubilarse significa percibir un ingreso económico después de finalizar la vida laboral. Es una prestación que se ofrece tras haber cumplido diversos requisitos, entre ellos, ciertos años. El problema de este criterio es que asume que personas de la misma edad poseen capacidades, características, habilidades y competencias similares. Esto, por supuesto, es falso.
Por Christian Núñez, psicogerontólogo
Muchos adultos mayores son perfectamente capaces de continuar con sus actividades laborales. A pesar de ello, se enfrentan a cierto estigma si desean seguir trabajando.
Los empleos suelen ser ocupados por personas más jóvenes debido a la creencia de que serán más productivos y eficientes, pero una persona mayor puede contribuir con más experiencia práctica y mayor estabilidad emocional y laboral. Los adultos mayores pueden ser igualmente precisos que los jóvenes en sus actividades, pues compensan las debilidades físicas con sensatez y sentido común.
Emprendedores mayores
Una opción para hacer frente a la jubilación es emprender un negocio. Algunas personas mayores deciden que este momento es ideal porque les permite dedicarle tiempo y capitalizar la experiencia adquirida a lo largo de la vida. Cada vez es más común escuchar sobre emprendedores mayores que toman la iniciativa y combaten con esto los estereotipos negativos relacionados con la edad.
La jubilación como derecho
Idealmente, la jubilación debe ser un derecho y una decisión propia de la persona, pues la edad avanzada no es una limitante para continuar trabajando.
Aunque actualmente las mujeres ya están ampliamente incorporadas al mercado laboral, gran parte de las que hoy son adultas mayores tenían otros roles establecidos. Es bastante común que hayan pasado una parte importante de su vida dedicada a las actividades de crianza de los hijos y tareas del hogar, esto de ninguna manera significa que el proceso de jubilación de su pareja no les afecte: la jubilación se convierte en una época de reencuentro con su pareja.
Cambios y más cambios
El proceso de jubilación traerá cambios en la vida de hombres, mujeres y parejas, serán distintos para cada uno, pero siempre estarán latentes e incluso pueden generar cierta crisis. Las personas acostumbradas a pasar gran parte de su tiempo en el trabajo ahora enfrentarán el reto de ocupar adecuadamente su tiempo libre. Quienes se dedicaban al hogar ahora deberán compartir más tiempo en casa con su pareja, lo que implica limar asperezas y finalmente, enfrentar el reto del reencuentro, redescubriendo a su compañero(a) de vida.
Las oportunidades
La jubilación puede ser un momento para revivir deseos de otras épocas. Es un momento crucial para replantearse el propio proyecto de vida y resolver cuestiones como de qué forma quiero continuar viviendo y qué cosas me gustaría seguir haciendo.
Algunas personas pueden entrar en crisis con la jubilación, pues afecta directamente su autoestima y su rol social, esto a causa de haber limitado sus intereses únicamente al desarrollo laborar, sin haber pensado en otras actividades (culturales, recreativas, personales).
Una de las metas de los adultos mayores debería ser adaptarse al proceso de jubilación. Y para aligerar lo que puede convertirse en una crisis hay varias cosas que se pueden hacer:
1. Ejercitar todos los intereses.
Desarrollar actividades de la vida cotidiana que no estén relacionadas con la vida laboral permitirá recurrir a ellas en la jubilación. Los pasatiempos son un buen antídoto para evitar una crisis durante este proceso, pero estos son temporales: se necesita encontrar una actividad que dé sentido a la vida.
2. Checar el estado de salud.
La vejez no debe ser vista como sinónimo de enfermedad, sin embargo, es mejor no postergar la visita al médico, esto evita que limitaciones físicas provoquen una crisis durante la jubilación.
3. Poner atención a la situación emocional y psicológica.
La mayoría de las definiciones de envejecimiento exitoso toman en cuenta el aspecto psicológico, que puede entrar en crisis tras la jubilación. Aprender a manejar las pérdidas y evitar sentimientos de tristeza y depresión es indispensable para la salud mental.
4. Seguir aprendiendo nuevas cosas.
Nunca es tarde para aprender o para continuar estudiando. Además, estas actividades protegen contra el deterioro de las capacidades mentales y permiten mantener el contacto con personas de todas las edades.
Fuente: http://x2t.com/471466